Mi primer 10k lo hice en mi ciudad, en A Coruña.
Estábamos en el mes de octubre de 2016, y recuerdo perfectamente que fuera un día bastante fresco, pero seco. Para mi, la climatología ideal para correr. No me desagrada la lluvia, pero si no tengo un lugar para cambiarme rápido justo al terminar de hacer ejercicio, me pongo fatal de la barriga.
Al comenzar la carrera estaba bastante nervioso, no dejaban de ser 10 kilómetros, que a pesar de haber realizado carreras de menos distancia, siempre tenía la barrera del 10 en la cabeza.
Muchísimas personas en la línea de salida, con cajones habilitados según el tiempo que tenías pensado realizar; y como siempre, gente que se situaba mucho más adelante de donde debería estar, ocasionando un gran colapso en la salida.
Mi cajón era el de 55 minutos, que era un poco el tiempo que tenía pensado hacer. No como objetivo, ya que todo lo que fuera correr a menos de 6 el kilómetro y conseguir bajar de la hora ya sería todo un logro para mí.
Si no recuerdo mal, ese cajón era de color verde, y según se dio la salida adelanté a muchísima gente. Lo gracioso es que miraba a mi reloj y mi ritmo era bajo (en torno a 6min/km)… de ahí lo que comentaba antes de que la gente no se situaba en los cajones que deberían. Y en una carrera de pocos participantes pues tampoco trae consecuencias, pero en una carrera en la que hay más de 2 mil personas, pues puedes llegar a ocasionar unas «retenciones considerables».
En la carrera, que partía del Estadio de Riazor, se daba una vuelta alrededor del mismo, para luego subir al Millenium y volver por el paseo marítimo de la ciudad hasta alcanzar la Torre de Hércules. Allí, se daba la vuelta y se terminaba al lado del Estadio de nuevo.
Durante la carrera las sensaciones fueron muy buenas, si bien es cierto que a partir del km 7 empezaba a notar un cansancio fuera de lo normal. Ya casi en la meta mi barriga daba vueltas como si fuera a vomitar, debido al esfuerzo.
Finalmente, un tiempo de 55:10 en un recorrido brutal y una gran primera experiencia excelente. Lo de las ganas de vomitar por el «esfuerzo»… pues es lo que hay cuando se habla de corredores amateur que están empezando, pese a que sean ritmos muy lentos para los corredores o deportistas más experimentados.
Ese día fue el principio de muchas más carreras de 10km, hasta alcanzar mi MMP (mejor marca personal) actual de 47:50. También empezaría a pensar en las medias maratones, pero ese capítulo vendrá en otra entrega…